domingo, 18 de mayo de 2014

EL PROCESO A LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA


El pensamiento sistémico para la transformación educativa.

En contra parte con la reproducción educativa, encontramos en esta transición, a los que ven a la educación como un moldeador, un espacio para transformar, donde se deja atrás la reproducción sin comprensión y se busca la construcción de una conciencia individual, capaz de mejorar el entorno donde el sujeto histórico se encuentra. Lo anterior, logrado con base en una experiencia previamente formada, que le permite al individuo producir símbolos y significados, adquiridos, no únicamente de las relaciones sociales que le permiten entender sus propias experiencias y las de los otros, sino también de las motivaciones del sujeto, dichas que le brindan la capacidad de desarrollo intelectual, físico y emocional.
El cambio al que llegamos, se produjo cuando los individuos, miembros de la comunidad educativa con discrepancias hacia esta, tuvieron la conciencia clara del significado de lo que hacían y el por qué lo hacían, hicieron un frente, pero como mencionábamos, no en forma de resistencia sino de forma crítica. Se reconoció la capacidad de los individuos para poder producir valores, conocimientos y prácticas coherentes con aquellos que coincidieran con el cambio y el buscado progreso permanente dentro de la escuela como mera institución (producto de la interacción simbólica). Es así como la escuela desempeño una importante función: restituir una conciencia clara a los individuos para de esta manera contribuir al cambio de la sociedad, estos dieron así un significado propio al resultado de la transición de la universidad reproductora hacia la universidad transformadora.[1]
“Para entender los actos de las personas es necesario conocer los objetos que componen su mundo”. (Blumer, 1982)
El resultado de la transformación será la creación de los Intelectuales.[2] “El trabajo del maestro como intelectual, no consistirá, pues, sólo en enseñar. El verdadero maestro, el educador, es aquél que, representando la conciencia crítica de la sociedad y teniendo presente el tipo de hombre colectivo que se encuentra representando en la escuela, asuma el papel de mediador entre la sociedad en general y la sociedad infantil en desarrollo.” (Manacorda, 1977)
El profesor al estar en una institución, entra en una estructura, pero de él va a depender la elección del modelo educativo que utilizará. Por otra parte, el profesor crítico, se resistirá al control, como lo hemos mencionado en repetidas ocasiones, la resistencia no será parte de su pensamiento, la realidad en la que se encuentra le hace buscar estrategias con las que pueda crear una transformación social en donde los sujetos particulares estén concientizados.
Este fenómeno de transición que estamos describiendo, transformó la estructura universitaria en un sistema complejo, basándose en las relaciones sociales. Así pues, estas interacciones sociales de los individuos, dan lugar al cambio educativo buscado.[3]

[1] “El significado determina el modo en que una persona ve el objeto, la manera en que está dispuesta a actuar con respecto al mismo y la forma en la cual se dispone a hablar de él. Un mismo objeto puede tener diferentes significados para diferentes individuos.” (El interaccionismo simbólico, Blumer, Barcelona, 1982)

[2] Gramsci estudió extensamente el papel de los intelectuales en la sociedad. Afirmó por un lado que todos los hombres son intelectuales, en tanto que todos tenemos facultades intelectuales y racionales, pero al mismo tiempo consideraba que no todos los hombres juegan socialmente este papel. Según Gramsci, los intelectuales modernos no son simplemente escritores, sino directores y organizadores involucrados en la tarea práctica de construir la sociedad.
[3]“El individuo puede ser objeto de sus propios actos; tanto en los actos para consigo mismo como para con los demás, se basan en el tipo de objeto que él constituye para sí.” (El interaccionismo simbólico, Blumer, Barcelona, 1982)

LA EDUCACIÓN COMO PRÁCTICA DE LA LIBERTAD (Paulo Freire)



Una visión de las ideas de Paulo Freire. 

miércoles, 14 de mayo de 2014

TRANSICIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR


http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_de_1968_en_M%C3%A9xico

“La sociedad mexicana ha sufrido en los últimos veinte años el impacto de los procesos de transformación del mercado mundial y las catástrofes derivadas de la restructuración de los centros de poder internacional. Lo que ha generado el agotamiento de los modelos de desarrollo económico ensayados durante la posguerra, y consecuentemente, propiciado el ingreso del país a un periodo de crisis generalizada en sus estructuras: económica, social, política y cultural. Este macro proceso conocido como de “modernización” ha afectado la lógica y el desenvolvimiento de los distintos campos sociales entre los que se encuentra el campo cultural, particularmente el académico”. (Brunner, 1989)
El sistema de educación superior en México, ha tenido fuertes presiones, política y socialmente hablando, esto ha afectado su estructura, desarticulando y degradando sus funciones. El movimiento de 1968 marca históricamente el momento en el cual la universidad rompe con sus tradiciones y se adentra a una fase hacia la institucionalización de la Universidad de Masas, la presión orilló a las universidades públicas a facilitar sus requisitos de admisión. Se aplicó la planeación Universitaria, donde técnicas modernas de administración institucional afrontaban a estas masas estudiantiles. La imposición de modelos de control dentro de las prácticas académicas provocaron reacciones por parte de los estudiantes y esto ocasionó resistencia frente a la reproducción educativa dicha con anterioridad.
Parece entonces que la institución universitaria no consiguió mejorar la educación reprimiendo los comportamientos que consideraban contrarios a las normas establecidas, tampoco los profesores y alumnos ya que adoptaban tales comportamientos resistiéndose algunas veces inconscientemente.
“Los comportamientos de resistencia son considerados en nuestras escuelas como la causa del fracaso y la marginación, se responsabiliza al propio alumnado de sus fracasos; no se asume que la propia institución escolar sirve de caldo de cultivo de ese fracaso. Para hacer frente a este problema, la escuela emplea una estrategia que consiste en reprimir esos comportamientos con medidas como los castigos, la expulsión, etc.” (Duarte, 1999)
Entonces, esta resistencia de los individuos generó un comportamiento crítico, dejó de ser un instrumento de reproducción para convertirse en un motor del cambio de la escuela y de la sociedad.[1]


[1] “El ser humano orienta sus actos hacia las cosas en función de lo que estás significan para él.” (El interaccionismo simbólico, Blumer, Barcelona, 1982). La idea de los individuos de convertir la resistencia en un motor de cambio, surge como consecuencia de la interacción social que cada uno de estos mantuvo con el prójimo. Este resultado no forma parte de la estructura misma, es fruto del proceso individual donde se crearon símbolos específicos que permitieron entender las experiencias propias y de los otros.